domingo, 15 de diciembre de 2013

PATRIA, PATRIA QUERIDA.


Canalla el que usa la expresión patria para disfrazar su propagandismo político o ideológico, cuando patria en su significado original: es familia o clan.
¡Patria querida!, amaneces todos los días con luto por los cientos de miembros que son extirpados de tu suelo.
¡Patria querida!, usan tu nombre para colocar a hermanos contra hermanos.
¡Patria querida!, quien escucha tu nombre se radicaliza en un bando político y rechaza a los otros.
¡Patria querida!, cuna de grandes hombres que lucharon por darte autonomía, pero que hoy en día la quieren regalar a supuestos amigos: comunistas o capitalistas (en el fondo son igual de miserables).
¡Patria querida!, que ha sentido en su suelo la sangre de un hijo derramada por otro hijo.
¡Patria querida!, cuna de grandes artistas, escritores, periodistas, pensadores y hombres útiles; pero que ahora están fuera de tus fronteras porque unos pocos se adueñaron de la patria.
¡Patria querida!, que sufre cuando un radical desprestigia y calumnia a un libre pensante.
¡Patria querida!, que gritan consignas donde usa tu nombre pero solo la sienten de la garganta para fuera, porque si lo sintieran hacia dentro no gritaran sino que hablaran.
¡Patria querida!, cuyo padre se encuentra en las ideas de Bolívar, Rodríguez, Páez, los héroes anónimos que lograron fundar la Patria, que hoy son prostituidos y falseados para idealizar la Patria.
¡Patria querida!, dividida entre oficialistas y opositores, donde las personas de a pie salen a la calle a pedir justicia, pero que los líderes de ambos bandos van escoltados y vestidos de piel de ovejas para lograr su ascensión egoísta al poder, para luego demostrar que tan malditos lobos son.
¡Patria querida!, de niños que no saben si tendrán futuro.
¡Patria querida!, de jóvenes que no saben si tendrán presente.
¡Patria querida!, de adultos que desde su rencor no salen del pasado.
¡Patria querida!, de hombres y mujeres luchadores que sin necesidad de cargos y títulos educan a las nuevas generaciones, pero que no son reconocidos y por tanto, desconocidos.
¡Patria querida!, que vende su dignidad por un artefacto, que destroza el trabajo de otro y desprecia el esfuerzo.
¡Patria querida!, llena de oportunistas que buscan enriquecerse sin importar empobrecer a sus conciudadanos.
¡Patria querida!, de sueños rotos, realidades oscuras, caminos impuestos, voluntades doblegadas, luchadores que luchan en contra de otros sin ideas y pensamientos propios.
¡Patria querida!, de educación mediocre, de comida escaza, de violencia en cada esquina, de contrabando, de desangramiento económico y ético.
¡Patria querida!, heredera de riquezas inagotables, de paisajes alucinantes: paramos, desierto, playas, reservas naturales y minerales, de cielos enlazados por las nubes.
¡Patria querida!, que no se rinde, que lucha, que llora, que desespera, que busca el progreso en contra corriente.
¡Patria querida!, de hombres y mujeres esforzados, soñadores, idealistas e ideales, fuentes de lucha, pero destinados a la amargura por unos pocos.
¡Patria querida!, que sueña que un caudillo los llevará a la gloria; como antaño, lamentablemente estos caudillos actuales no dan la vida por sus convicciones, debido a que no tienen convicciones sino ambiciones personales.
¡Patria querida!, de blancos, indígenas, negros, amarillos, altos, bajos, gordos y flacos que tienen en común que corre sangre indígena por sus venas, y por eso son guerreros por naturaleza.
¡Patria querida!, llena de apátridas, de ignorantes, de imbéciles que a diario calumnian el legado de los grandes hombres, quienes no quisieron labrar sus nombres sino sus conciencias.
¡Patria querida!, de suelo fértil, de aguas navegables, de cielos claros, de climas variables, de armonía natural, pero que no es añorado vivir en estas condiciones sino que se aspira a ir al mundo sin conocer que esta patria lo tiene todo.
¡Patria querida!, de mujeres hermosas que deslumbran el orbe, de mujeres trabajadoras que congregan sus familias a su alrededor, de mujeres fuertes que salen adelante luchando contra el machismo, mujeres que son la admiración de quienes comparten con una de Uds.
¡Patria querida!, sueño de Bolívar realidad que desperdiciamos.
¡Patria querida!, de llanos, montañas, selva, mar y desierto, que encierra en un espacio reducido las principales características del resto del mundo.
¡Patria querida!, que no tiene una maravilla del mundo sino millones de maravillas en cada uno de sus habitantes.
¡Patria querida!, te roban los recursos de tus entrañas para regalarlos o venderlos sin retribuir nada de lo que te desgarran.
¡Patria querida!, tanto te cantan pero tan poco te aman.
¡Patria querida!, que recibió a los europeos como amigos y estos te saquearon y robaron, realidad que sigue repitiéndose en la historia por “amigos” americanos que quieren seguirte saqueando.
¡Patria querida!, ¡Patria querida!, ¡Patria querida!, no es cantando una canción, ni repitiendo una consigna, ni engañándonos con una selección mediocre como se ama la patria, todos lamentablemente estamos desangrando esta patria con ideas erróneas, aceptando voluntades autoritarias y de pensamiento único o haciéndonos parte de una bipolaridad política; aunque existen los que piensan sin importar la política son tildados que rompen unidades tan falsas como que un político es honesto; ni los saqueos, ni los sentimentalismos baratos de líderes supremos, de pendejos disfrazados con gorras tricolores con el 4f o sin él, tampoco es llorando en un cuartel ni creyéndose buenos como se funda una patria, como se construye una patria, ni como se hace progresar una patria. Una patria crece fuerte cuando no se conoce quien es el que gobierna, cuando no se está preocupado de donde ir a saquear, ni los comerciantes como robar, una patria crece cuando el sueldo más alto es el de los maestros, cuando la abstención en las elecciones es mayor que la participación, una patria crece cuando se conoce a la patria y se añora crecer en ella o salir a prepararse para universalizar el pensamiento para luego, brindar una visión de mundo. Una ¡Patria querida!, es el resultado de luchar juntos sin gritos y sin consignas ofensivas en contra del que piensa distinto, quien construye la patria no se vende por dinero, no roba o desangra la patria, los recursos y la moneda, no se llevan para otros países si hace es lo que hace falta en su Patria.
Quien diga ¡Patria querida!, teniendo presente todo lo anterior, es quien va a construir la Patria soñada por Bolívar y Simón Rodríguez, a la que le cantaba Alí Primera, a la que siente la orquesta sinfónica, la que aclama el Gloria al bravo pueblo, la que quiso ingenuamente retornar Chávez y la que inspira estas líneas.

LUIS GUSTAVO ZAMBRANO
bohemiodelXXI

jueves, 21 de noviembre de 2013

Día de la Filosofía; día del filosofo (no del estudiante ni profesor de historia de la Filosofía)

FELICITACIONE FILÓSOFO:
A Ud., estudiante de filosofo que conoce quien es Tales, Sócrates, Platón Aristóteles, Marx, Hegel…, que sabe que es escribir en un examen cosas que no comprende, pero que se esfuerza por comprender.
A Ud., aprendiz de filósofo, que critica con algunos argumentos alguna ideología o corriente del pensamiento, y a veces pierde el rumbo y llega a criticar a la persona más no a la idea.
Y a Ud. Filósofo, que dura toda una noche leyendo a un autor y toda una vida tratando de producir su propio pensamiento, a Ud., que al hablar los pedantes lo tratan de loco, de pesimista y es rechazado por los dogmáticos, ya que describe con crudeza la verdad y comenta ácidamente la realidad, que es calumniado en su persona, porque con ideas no son capaces de enfrentarlo y menos aún mantener un discurso sin apelar a la autoridad de su título. A Ud., gran incomprendido un feliz día, porque desde antiguo esas características que lo hace centro de calumnias, son reconocidas en un verdadero filósofo, porque es capaz de pasar por loco ante los idiotas que se creen cuerdos, no cambie su locura de pensar por ninguna cordura que consiste en complacer a los profesores pedantes, idiotas y ridículos que dan historia de la filosofía; y la hacen pasar por filosofía y más aún que citan como una metralleta frases de filósofos sin haberlas meditado, no siendo capaces de producir ni un ápice de pensamiento crítico.
Esos pedantes que se hincharan de orgullo al ser felicitados por el día del verdadero filósofo, es tan así, que si existe en sus clases un filósofo de verdad y crítica el pensamiento de Kant un cero tendrá en esa pregunta del examen, logrando al final que los estudiantes teman a la filosofía y pierdan el tiempo sentados, porque no aprendieron a pensar debido a que el pedante no fue capaz de exponer su pensamiento propio. Esos pedantes no se merecen ser llamados filósofos ni por error, sólo estudiosos de la repetición de la historia de la filosofía de pensamiento de otros, pero jamás filósofos.
En fin, Feliz día a los Filósofos, más no a los repetidores de filosofía. Y ánimo a los que quieran filosofar, porque como afirmaba Epicuro “que nadie, por joven, tarde en filosofar, ni, por viejo de filosofar se canse”
@bohemiodelxxi

El día de la Filosofía por la Unesco
La Unesco presenta el tercer jueves del mes de noviembre como el día de la Filosofía, entre todo lo que lo justifica esta resolución resalta, que desde la filosofía se orienta el pensamiento crítico y autónomo de los seres humanos. Es decir, es el día de la madre de todas las ciencias; ya en el mundo griego la filosofía es la primera unidad del conocimiento que contaba con un método bien definido y que ha trascendido a lo largo de la historia, y es tan sencillo como olvidado este método, el cual es el preguntarse el por qué de las cosas, y responder desde la racionalidad y desde la experiencia. Es tan importante, que la Ley de Educación propone en el artículo 15 numeral 8, como un fin de la educación “desarrollar la abstracción y el pensamiento crítico mediante la formación en filosofía, lógica y matemática…”, es decir que reconoce la importancia del pensamiento crítico-filosófico dentro de la formación de los estudiantes, valdría aquí la pregunta ¿por qué sólo se estudia filosofía en humanidades y tal cual materia en la Universidad? Acaso ¿no es obligatorio que se estudie en todos los diferentes niveles de los subsistemas educativos?, cuestiones estas que deberían invitar a reflexionar.
Ahora bien, por efemérides el día del filósofo se celebra el 13 de agosto, valga la salvedad que filosofo es quien desarrolla un pensamiento crítico propio y sustentado ayudándose de los pensadores que le anteceden y son contemporáneos a él; siendo esto totalmente distinto al profesor de filosofía y al estudiante de filosofía, quienes solo se quedan en repetir que existen cuatro periodos y que cada uno tiene ciertos filósofos y lo único que recuerdan es que Sócrates dijo que “solo sé que no se nada”, para con esto apoyar su ignorancia, sin saber que dicha frase continua “con esto me distingo de los demás filósofos que creen saberlo todo”, ¿será que conociéndola completamente se dirá que con esa frase se demuestra la humildad de Sócrates?

Ya con esta distinción de filósofo, y de repetidor de la historia de la filosofía, que tiende al dogmatismo, se puede concretar que el día de la Filosofía propuesto para hoy no se debe permitir ser visto como el día nada más de la Filosofía, porque en esencia ella carece de vida si se deja inmaculada en los libros o en la historia, es irremediablemente el día del filósofo: ese hombre que hace vida la crítica del pensamiento.

Luis Gustavo Zambrano
Bohemio del XXI

domingo, 20 de octubre de 2013

EL RELATIVISMO CUESTIONABLE Y LOS IDIOTAS


Desde el Medioevo se ha establecido una manera de ver la verdad como absoluta e irrefutable, marcada principalmente por el cristianismo y su moral del rebaño, esto es denominado en la actualidad como Metarrelato, es decir un relato tan amplio que lo abarca todo. Esta manera de ver la verdad en la condición postmoderna, es algo que no se sustenta debido que para el hombre postmoderno existen tantas verdades como pensamientos y formas de vivir existan, siendo esto denominado relativismo. Ahora, este Metarrelato ¡ha muerto!, y se ha comenzado a ver la realidad desde una verdad personal, cargada de subjetividad, siendo denominada microrrelato, es decir pequeñas porciones de la verdad que se encuentran marcadas por el yo y la percepción de los sentido de los individuos, es decir esto es el relativismo.
Esta manera relativa o personal de ver la realidad, es la mejor manera de proponer y transmitir el conocimiento y formular un pensamiento acorde a la realidad en la que se vive y se desenvuelve el ser humano, aunque vale la pena acotar que esta manera tan especial de ver la verdad ha caído en un "metarrelato subjetivo", es decir una verdad absoluta e irrefutable del punto de vista personal, perdiéndose el sentido que el relativismo ha ganado, cayendo de nuevo en un dogmatismo pero aún más peligroso, porque cada quien desde su ignorancia cree que lo que piensa o dice es algo que merece ser irrefutable, existiendo entonces cuantas verdades absolutas e incuestionables como personas existan, perdiendo con esto el relativismo su sentido de cuestionamiento, refutación y argumentación; dejando de lado, el dialogo y la discusión de ideas cayendo en el anti-humanismo, fundando así una escuela de pensamiento autónomo e incuestionable. El filósofo o el pensador ha de amar su propia verdad pero sin caer en el dogmatismo, ya en palabras de Nietzsche el filósofo del futuro desde “su orgullo y desde su gusto rechazan la posibilidad de que su verdad haya de seguir siendo una verdad para todos”.
Lamentablemente, este nuevo dogmatismo ocurre como consecuencia de la poca sustentación de las ideas y formas de pensamiento, ya que cada quien habla e impone su punto de vista sin ser capaz de presentarlo abriendo a su vez, la oportunidad a que sea cuestionado y dialogado; esto no es por culpa de creer en verdades personales, sino porque bajo ese escudo los ineptos se resguardan para no tener que dialogar con los diferentes puntos de vista que se puedan tener ante esta realidad que expone como irrefutable, y es que el verdadero relativismo consiste en saber que tengo una porción de la verdad pero que existen otras porciones que al entrar en un dialogo argumentativo y fundamentado permite que se lleve a un punto medio y así, conseguir el gran fruto del relativismo que es una verdad subjetiva y consensuada, que da oportunidad a enfrentarse a nuevos puntos de vista sin jamás rechazar las otras formas de observar la realidad, ya que sin la diversidad de puntos de vista la verdad jamás sería obtenida.
Cabe aclarar que ese proceso es valedero, y si vamos a la definición de relativismo como cuantas verdades (véase que esta verdad es con minúscula) como personas existan abre automáticamente el camino a una verdad consensuada, porque de lo contrario se escribiría Verdad (con mayúscula), que es como se escribe la verdad formada por los dogmas. Es decir, relativismo es sinónimo de dialogo, porque si el dogmatismo en su esencia es una Verdad impuesta e incuestionable; el relativismo es una verdad personal que se puede dialogar con otras verdades personales, llegando a un punto de encuentro que si no lo enmarca objetivamente la realidad observable, se puede llegar a un punto de encuentro donde ninguna de las verdades personales quede rechaza, pero si cuestionada y con derecho a reformularse, porque como dice Nietzsche “para nosotros, el hecho de que un juicio sea falso no significa una objeción contra él; algo que no se contempla en el dogmatismo”.

En definitiva, el relativismo ni el microrrelato, son la causa de que se quiera imponer una verdad de "Metarrelato subjetivo", sino es la poca preparación a la hora de plantear y cuestionar las nuevas ideas; quien se esfuerza por fundamentar su pensamiento jamás tendrá miedo de exponerlo y de que se preste a la crítica y a la refutación, porque si es consciente que su estudio y la formulación de dicha verdad personal es concienzuda, se prestará a debatir sabiendo que su verdad se enriquecerá, pero si se da todo lo contrario, es decir que piensa que algo es como él dice porque se le viene en gana y solo él cree poseer la verdad personal y que nadie se la puede refutar porque es suya, lamentablemente no ha de llamarse relativo sino un “dogmático idiota”, que no es capaz de enriquecer su punto de vista porque su naturaleza de idiotez dogmática se lo prohíbe, dañando con esto el relativismo y la forma de pensar de la condición postmoderna, regresando así al medioevo y cargando consigo la ruina de la razón.
Luis Gustavo Zambrano
Bohemio del XXI

domingo, 29 de septiembre de 2013

Tres aproximaciones a la Postmodernidad

El término postmodernidad, según Fantoni (2009) en su obra Modernidad, postmodernidad y moral, es “utilizado quizá por primera vez en 1917 por el filósofo alemán Rudolf Pannwitz” (p. 18). Este autor presenta a su vez, tres visiones sobre cuál fue el momento en que se inicia esta condición postmoderna, la primera de estas visiones es la que propone J. B. Heller en la que “sostiene que la generación de los postmodernos es la tercera generación entre las que se sucedieron en el período de posguerra, la existencialista y la de la alienación que se agotó en su desilusión en 1968” (Fantoni, p. 18), enmarcándola en un lapso de tiempo bastante convulso de los años 50 y 60; una segunda visión de un la toma de un reconocido autor postmoderno “Jean F. Lyotard hace comenzar la postmodernidad en los años cincuenta, que en Europa marcan el fin de la reconstrucción. Sin embargo, el mismo autor hace coincidir el nacimiento de lo posmoderno con el acontecimiento de Auschwitz” (p. 18), en el libro la postmodernidad explicada a los niños Lyotard expone que “en Auschwitz, se destruyó físicamente a un soberano moderno: se destruyó a todo un pueblo. Hubo una intención, se ensayó destruirlo. Se trata del crimen que abre la posmodernidad, crimen de lesa soberanía” (Lyotard, 1996, citado por Fantoni, 2009, p. 31), marcando el inicio de la postmodernidad con un crimen a la misma humanidad, siguiendo la tradición de que los periodos históricos nacen después de un gran acontecimiento en el que la humanidad o una cierta parte de la misma se ve amenazada.

Y una tercera visión, que es compartida y que va en consonancia con la visión de la presente investigación, en la “Gianni Vattimo indica el momento simbólico del cambio de época con la destrucción nihilista que se cumple con Nietzsche en Humano, demasiado humano, Jürgen Habermas sostiene una posición análoga” (Fantoni, 2009, p. 18), la cual se puede observar como el antecedente intelectual del cual nace este fenómeno o condición postmoderna.
Son tres visiones bastante acertadas desde el punto que se enfoca, la primera enmarcada en la rebeldía social, seguida de la segunda guerra mundial; la segunda, es la que se enfoca después del gran crimen por parte de los nazis en los campos de concentración, especialmente el de Auschwitz; y una tercera postura, propuesta formulada desde la obra Nietzsche que es la fundamentación teórico-filosófica de la postmodernidad.

Existe un gran debate sobre si la postmodernidad, es una época histórica diferente a la modernidad, si es un movimiento dentro de la modernidad o si es una condición de vida. Según el ensayo del block “Geógrafo Subjetivo” la Postmodernidad, “no es un tiempo concreto ni de la historia ni del pensamiento, sino que es una condición humana determinada, como insinúa Lyotard” (p. 1), exponiendo claramente que es una manera de vivir determinada que mueve a la vida activa. Continúa el ensayista “la condición postmoderna en sus líneas fundamentales, trata de describir la circunstancia existencial básica de los seres humanos occidentales de finales del siglo XX e inicios del siglo XXI, de la que extraerá consecuencias que considera valiosas para el pensamiento” (p. 1), es un momento de la historia con características peculiares que dan origen a la formulación de pensamiento desde las condiciones de vida determinadas.
Luis Gustavo Zambrano
Bohemio del XXI

domingo, 22 de septiembre de 2013

La Supermodernidad: ¡La Postmodernidad ha muero!

(Tomado mi trabajo de grado, capítulo IV)
Este término, es utilizado por Paniagua (2010) en su ensayo ¡La Postmodernidad ha muerto!, este escritor tasa el fin de la postmodernidad con la liberación total de la economía, que se impone al comunismo fracasado. Este fin de la postmodernidad se enmarca “con el fin de la Era Soviética y la caída simbólica, en 1989, del muro de Berlín” (p. 4). Junto con este acontecimiento, coloca la globalización como punto de partida de la Supermodernidad, y define la globalización como “la mundialización del liberalismo económico como modelo” (p. 4), y es fechado en 1989, con la caída del muro de Berlín. Otro punto característico, es el surgimiento del Internet. Para Paniagua (2010), con el Internet se “expande la fronteras de la comunicación y la información de manera prodigiosa, algo totalmente inédito en la historia de la humanidad y como sigue de la nueva Época Supermoderna” (p. 4), esta implementación tan vertiginosa se da en el año 1992.
Paniagua (2010), ve que la Postmodernidad está influida en su desarrollo por la tecnología y las tendencias consumistas ambas diferenciadas entre sí, pero que en la Supermodernidad “lo está bajo el consumismo exacerbado y la alta tecnología… ya la relación del humano con la tecnología es distinta, pues su dependencia pasa a formar parte de su manera de vivir como algo imprescindible” (p. 4) o lo que es lo mismo, la vida es regida por la telefonía móvil, computadores, video juegos…

Características
1. La Supermodernidad se identifica por la “simulación que supone los presuntos valores beneficiarios del liberalismo económico, las dictaduras disfrazadas como democracia, el respeto de los derechos humanos a conveniencia, y sí, que sí, la lógica tecnocientífica” (Paniagua, 2010, p. 5), es decir se basa en una hipocresía con la que se disfraza la realidad socio-económica según la conveniencia de unos pocos sobre las libertades de la mayoría.
2. El individuo se ve alienado por el sistema político-económico, “es la cultura del consumismo exacerbado y de la imagen que se desprende de lo material, del tanto tienes vales” (p. 5)
3. Tras la caída del muro de Berlín y la caída del sistema comunista, el mundo se volvió a dividir “esta vez, en los bloques con una manera totalmente distinta de entender la realidad, y bajo el influjo de tradiciones marcadas por los mandatos dominantes” (p. 5). Esta nueva división se encuentra marcada por el sentir religioso y por ende, ultraconservadores regidas por “los cultos monoteístas, cuyos dioses fueron inventados por los hombres, para dar sustento y respuesta a las incógnitas sobre la existencia” (p. 5) y no solo para dar respuestas irracionales, sino que “sólo han servido para generar violencia y promover lo contrario de lo que la lógica se desprende de los atributos que debería tener la divinidad” (p. 5), esto lo Nietzsche lo denomina como la compasión que es el peor mal de los débiles moralistas.
Estos dos bloques son el “islamismo intransigente, esquizofrénico, se vale de la violencia para alejarse de cualquier valor que pudiera ser avalado por un dios verdadero” (Paniagua, 2010, p. 5) y la Iglesia Católica que desde tiempos pasados ha utilizado esos mismos métodos.
Por tanto, los hilos que mueven a la Supermodernidad son: “la falta de valores, la simulación, la alienación del individuo por el poder y por el sistema económico consumista, la adicción tecnológica y esquizofrenia religiosa, son los valores de una nueva Época Supermoderna sumida en la banalidad” (p. 6). Ante esto, Paniagua (2010) seguramente siguiendo al espíritu Nietzscheano del Superhombre que restablece los valores y dicta lo que es necesario, habla que “habrá que esperar… el nacimiento del hombre Posthumano, ése que vivirá en paz en este planeta tras el derrumbe de la actual Humanidad” (p. 6).

En definitiva, la actualidad del Siglo XXI se encuentra enmarcada en la condición Postmoderna aunque existan voces que proclamen una nueva era basada en la economía y la tecnología. Esta se encuentra enmarcada en la postmodernidad, porque aunque es verdad que se encuentran las religiones aflorando y marcando los cursos tanto de Oriente como Occidente, no es menos cierto que la individualidad impera ante los constructos religiosos, políticos, económicos y sociales, y se mantiene ante todo, la característica principal de la condición Postmoderna, que es la de la interpretación subjetiva de la realidad que dan ocasión a los microrrelatos, que se reflejan en cuantas verdades como realidades existan, esto absorbe el uso de la tecnología y al consumismo porque siempre van orientados a complacer la manera propia de pensar y de sentirse.
Luis Gustavo Zambrano
Bohemio del XXI

domingo, 15 de septiembre de 2013

La realidad política Latinoamericana a la luz de Dussel

Al momento de América lograr la independencia del dominio europeo, adopta los ideales de Rousseau, Montesquieu, Voltaire, entre otros, quienes planteaban los principios democráticos. Pero a su vez, en Latinoamérica no se han asentado totalmente estos principios, en su gran mayoría por la inconformidad del pueblo sobre los gobernantes, apoyando constantemente a caudillos que plantean cambios; quienes al momento de tomar el poder político bien sea por la vía electoral o por la vía de las armas, someten luego al pueblo a la dictadura o a regímenes absolutistas. Esta ha sido la constante de los pueblos de Latinoamérica en los últimos 3 siglos. En la actualidad se observa, cómo han surgido nuevos caudillos llenos de un pseudo-sentimentalismo por los ideales del pueblo, quienes han asumido el poder político por medio de elecciones y en gran medida por su discurso “populístico”. Estos caudillos tienen en común la búsqueda del florecimiento del socialismo, pero con la particularidad que no es por las armas sino por la revolución. Cabe mencionar, que esto ya ocurrido en el mundo y no ha dejado un gran avance en la consolidación social.
Desde esta postura, los caudillos pretenden demostrar que todo lo anterior no ha servido y han comenzado a cambiar las constituciones, leyes y los principios políticos, dichos cambios, le dan mayor poder al gobierno minorizando así el poder del pueblo, que es en teoría democrática quien regula la actividad del gobierno.
A mediados de 1970, surge en Latinoamérica la filosofía de la liberación, la cual hace un llamado preferencial por los más pobres e invita a los gobiernos a tomar dicha preferencia, tanto así que han fomentado tesis en las cuales, proponen al Estado como llevar sus gobiernos.
En este punto sobresale Enrique Dussel, quien es uno de los fundadores y el máximo representante en cuanto a la fundamentación de estas tesis políticas. Él plantea una filosofía política de la liberación en torno a 20 tesis en las cuales, presenta las directrices que deben regir los ideales y las actividades de los políticos, en dichas tesis muestra su acentuado interés por una reestructuración de la democracia, que para él es el mejor régimen político, aunque se encuentra contaminado por el totalitarismo.
En las primeras tesis, habla sobre la relación que existe entre el Estado y el Pueblo, y como ambos deben desarrollar el poder obediencial cada uno desde su ámbito; el Estado obedeciendo la voluntad mayoritaria y beneficiosa del pueblo y, a su vez, el pueblo obedeciendo las leyes y normas que ayudarán a la integración del binomio: Estado-pueblo. Al ir proponiendo las demás tesis, va dando los planes de acción o estratégicos que han de regir dicho cambio, hablando sobre la producción de la vida humana, que no es otra cosa que ver como la sociedad necesita ser orientada para poder persevera la vida, basándola en su postulado de ética da la liberación, la cual es el desarrollo de una ética con principios normativos universales, que se han de enmarcar en la política y en la vida, a su vez ligado a la legitimidad de concordancia en la democracia.
Al proponer la democracia como el principio político, afirma que ésta plantea una interrelación de los sujetos que tratan asuntos comunes, pero que lo negativo de la democracia se basa en las decisiones imperfectas que se toman, ya que generan resultados desfavorables; enmarca como hace toda la filosofía de la liberación, su interés en el pueblo y especialmente en el populismo, ya que ve a los movimientos populares como fuente de ayuda en la búsqueda de cambios. Para dichos cambios enumera dos principios: los políticos y los movimientos sociales:

1. El lugar del liderazgo: se debe dar importancia a la persona que se encuentra al frente del partido, ya que dependiendo de cómo este formado éticamente ayudará a la formación de propuestas positivas y negativas y, a su vez, sabrá guiar a las personas que lo siguen en sus convicciones. Como ya se ha enmarcado anteriormente, el político por vocación, es al que le duele las injusticias hechas al pueblo y propone una forma justa de actuar, esta característica también debe poseerla el líder del partido quien debe buscar y proponer cambios para la mejora de la sociedad y poder así lograr un crecimiento social en la población. No busca los propios intereses sino lo de los demás.
Este principio en nuestra sociedad se encuentra gravemente descuidado, ya que los líderes de los movimientos que no están a favor del gobierno, lo que producen en su mayoría, son conflictos y no soluciones o por el contrario, los movimientos afines al gobierno no escuchan ni aceptan propuestas opositoras.

2. Las formas de organización: en el momento de organizar o de crear los partidos políticos no se han de fundamentar radicalmente en posturas, sino que se debe afianzar en ideales y al mismo tiempo, dejar espacios al dialogo porque partiendo de esto se podrá llegar a reconocer los propios errores y los aciertos de los demás, no se han de cuadricular solo en un aspecto de la sociedad, sino en la colaboración y ayuda para lograr soluciones a los problemas sociales.
En las organizaciones políticas no debe dogmatizarse a los partidarios, sino abrirles sus fronteras y mentalidades para aceptar todos los cambios que se den a favor de la sociedad. Deben ser siempre presentados como una delegación del poder político, ya que al existir garantizarán tener siempre una variedad de personas, para poder así escoger al que se considere más idóneo.

Al observar estos dos elementos, se puede analizar como el fin partidista no es criticar a los que ejercen el poder político, sino por el contrario que los ayuden a ejercer un gobierno equilibrado en la sociedad. A su vez, se ha de descartar la realidad actual de Latinoamérica, donde se maneja un lenguaje acentuadamente bélico al momento de referirse a la introducción de algún cambio, manejando en todo momento las palabras “revolución” y “contra-revolución”, esta última matizada con progreso. La palabra revolución, se define como “un cambio radical en aspecto económico, social, cultural o político”, siendo este su sentido en el papel, pero en el momento de actuar y en el discurso político de la actualidad latinoamericana, es un cambio radical, fomentado por líderes políticos que se basan en el uso de las armas y la imposición de su voluntad para que se cumpla lo que ellos quieren que se haga, oyéndose esta llamada a diario en los diferentes discursos políticos de nuestros líderes, que nos llaman a practicar este principio y afirman que eso es necesario para lograr los cambios.
Por otro lado, se escucha en los contra-revolucionarios o progresistas, que hacen un llamado a que no se atiendan a esos ideales de los revolucionarios, pero que salgamos a luchar para que se respeten nuestras libertades, es decir se llama actuar de la misma manera pero de una forma menos directa y ¿qué produce esto en nuestra sociedad?, produce enfrentamientos armados en las calles, dando la vida los simpatizantes de ambos discursos, pero sin ver que los líderes los acompañen en dichos enfrentamientos.

Dussel con sus tesis propone que se dé una transformación, en la cual no se necesitan armas; sino que solo se necesita de la voluntad de querer aceptar y reconocer las debilidades de las diferentes posturas proponiendo la transformación por encima de la reforma, ya que una transformación puede ser parcial o en muy pocos casos total, mientras que las reformas pretende demostrar un cambio, y lo que se busca es perpetuarse una institución o movimiento particular en el poder, dejando a un lado la búsqueda del progreso para todos. En la mayoría de los países de Latinoamérica, se han propuesto reformas a las constituciones o las leyes, y los resultados de estas reformas son la petición de más tiempo para gobernar, mayor libertad de acción para los que dirigen al Estado; acomodando así todo para llegar fácilmente al socialismo.

Luis Gustavo Zambrano

(Bohemio del XXI)

domingo, 8 de septiembre de 2013

PLATÓN (427 a.C - 347 a.C)

Estar considerado entre los grandes clásicos del pensamiento es un orgullo para mí, soy Platón: el de ancha espalda; viví en Atenas, en la gran cuna de la civilización de Occidente, soy discípulo de Sócrates, quien ya se dio a conocer en este block, y a su vez, soy maestro del gran Aristóteles; pertenecí a una familia de aristócratas griegos, por lo que mi pensamiento se ve influenciado de gran manera por la política o sea el orden de la sociedad, este punto casi me causa la muerte por pretender instaurar en Sicilia y en Ciracusa mi visión del Estado ideal.
Un aporte del que me siento orgulloso, es el haber organizado la Academia: centro donde se buscaba estudiar todo el conocimiento en conjunto, aunque al irse desarrollando este estudio fueron naciendo especializaciones tales como: la lógica, la ética y la física, entre otras. Esta institución existió durante más de 8 siglos, hasta que el emperador Justiniano I, la clausuro al pensar que las escuelas paganas atentaban contra el cristianismo.
Junto al más sabio de los maestros, Sócrates, me convencí de que habían realidades cognoscibles, permanentes y me di cuenta que no pertenecían al orden de lo sensible, que es lo que se encuentra en el ámbito de lo que siempre deviene y nunca es, sino que pertenece a la naturaleza de lo inteligible, es decir de donde se encuentran las Ideas.
En este mundo de las Ideas, considero que los entes del mundo sensible son imperfectos y deficientes, y son un reflejo que participan de otros entes perfectos y a su vez, autónomos que son las Ideas, las cuales poseen un carácter ontológico muy superior siendo el mundo sensible unas pálidas copias de las Ideas. Cada Idea, es al mismo tiempo única e inmutable, mientras las copias del mundo sensible son múltiples y cambiantes, como afirmo en mi obra de la República.
A mi entender, la única forma de acceder a la realidad inteligible es mediante la razón y el entendimiento, por tanto el papel de los sentidos queda relegado y los considero engañosos; originándome esto la necesidad de plantear que en el hombre es da una dualidad de cuerpo (perteneciente a lo sensible) y del alma (ligado al mundo de las Ideas). Yo considero, que el alma se constituye por tres virtudes muy unidas a los diferentes componentes de la misma, siendo presentada de la siguiente manera: la sabiduría en la razón, la fortaleza en el ánimo y la templanza ante los apetitos.
Desde estas tres características del alma, me permito realizar la división de las clases en la Sociedad, que a su vez es donde se alcanza la plenitud de la existencia humana en la práctica de la política, donde los filósofos son quienes han de gobernar y organizar a la polis, la virtud que les corresponde es la sabiduría; los guerreros son los dispensadores del orden y de la defensa, bajo la virtud de la fortaleza; y el pueblo encargado de las actividades productivas, caracterizados por la virtud de la templanza. Siendo la verdadera justicia lograda de forma colectiva, al momento que cada individuo se integre plena y afanosamente en el papel que le corresponde, a la vez que subordinen sus intereses a los del Estado ideal. Siendo aun en la actualidad, esta clasificación tomada por las diferentes formas de gobierno, aunque en la práctica no se cumpla y nadie cumpla su papel verdaderamente.
Considero que la mejor forma de gobierno es la aristocracia, es el gobierno ideal, aunque no descarto la timocracia (basada en el honor y las propiedades que posee), la oligarquía, la tiranía y la democracia, aunque de esta última soy contrario.
El método o la manera de expresar mi pensamiento y mis enseñanzas, que he compartido anteriormente, es el diálogo donde en su gran mayoría Sócrates es el personaje principal que direcciona los debates filosóficos con distintos interlocutores, donde con esos interlocutores entretejen y desarrollan el tema propuesto o la formulación presentada, a veces pero en pocas ocasiones uso los monólogos como medio de transmisión de conocimientos.
Como anécdota, certifico como real a la denominada isla pérdida de la Atlántida, ya que en mis obras de Timeo y de Critias, uso la expresión griega “alethinos logos” que es igual a “historia que era verdadera” al hablar sobre ella, por tanto no es una fabula o mito.
Para concluir, les dejaré una analogía que encierra mi postulado: “el cuerpo humano es el carruaje; el yo, el hombre que lo conduce; el pensamiento las riendas; y los sentidos los caballos”

Luis Gustavo Zambrano

(Bohemio del XXI)

domingo, 1 de septiembre de 2013

LA MITOLOGÍA DE LOS ÚLTIMOS 6 SIGLOS


 Desde la culminación de la Edad Media, a finales del siglo XV, la humanidad se ha encontrado inmersa en tres momentos bien definidos; cada uno de estos momentos tienen sus propias particularidades, las cuales se pueden explicar desde cuatro figuras de la mitología griega, que guardan en su respectivo mito las cualidades más características de cada momento vivido en los últimos seis siglos. Dichas figuras son: Prometeo, Sísifo, Narciso y Edipo.
 Ante lo expuesto, lógicamente nacerá la siguiente pregunta: ¿Por qué analizar el periodo postdogmatico, postreligioso, desde la perspectiva de seres mitológicos?, y se responde aclarando que estas personificaciones en momento alguno son deidades, sino seres que se burlan de los dioses olímpicos y por ende, cada uno pago la consecuencia de su atrevimiento, la cual le hace encajar en cada uno de los momentos que se presentaran en este ensayo.
 Para algunos, la Edad Moderna nace en 1492 con el llamado descubrimiento de América, que no es otra cosa que un inicio sangriento de una nueva época desde la tragedia humana, algo que es muy característico para clasificar las etapas de la Humanidad desde el sufrimiento. Tal cual Prometeo, los primeros pensadores de la Época moderna, le robaron el fuego a los dioses del Medioevo y se lo entregan a la razón, comenzando actuar esta alejada de la religión y de las creencias dogmáticas. El proceso que se comienza a dar esta descrito muy acordemente desde el mito de Prometeo.
 Prometeo, es un titán considerado el amigo de los mortales. Es quien roba el fuego, el arte y la sabiduría a los dioses y los reparte entre los seres humanos. A su vez, es quien realiza el primer engaño a Zeus, ya que cuando se organiza el primer sacrificio a Zeus oculta bajo la provocativa grasa del sacrificio los huesos y en otro montón coloca la carne, Zeus escogería lo que comerían los dioses y cae en el engañado de escoger la provocativa grasa, quedando a los seres humanos la carne. Por este acontecimiento, Zeus ardiente de ira le quita el fuego a los seres humanos, a lo que Prometeo de nuevo roba el fuego y se lo da a la humanidad.
 Prometeo, es condenado a estar atado a una piedra y a que un águila al final del día lo visitara y le comiese el hígado, constituyendo esto un castigo eterno, hasta que Hespérides paso por donde estaba el condenado y mato al águila.
 En Prometeo se personifica el nacimiento de la edad Moderna, ya que el no tener ningún miedo a los dioses le permite ser capaz de ridiculizarlos con su perspicacia, permitiendo al ser humano de tener el control de la luz, de la sabiduría y del arte, procurando a la humanidad de una visión muy lejana de lo que son los dioses y de dejar todo a la voluntad de seres que no eran capaces de comprender la existencia de la humanidad. Ese mismo proceso, es el que ocurre en la época moderna los pensadores de ese periodo comienzan a formular teorías, ciencia y conocimiento desde la razón humana, dejando poco a poco de lado lo que profesaba la religión como verdad absoluta. Se hacen dueños del fuego, de la sabiduría y ya pueden comenzar a formular teorías y hurtadillas que burlasen los dioses y de los religiosos que los seguían. El fuego no es otra cosa que la razón humana, por medio de la cual se ilumina la obscuridad de las creencias en seres inanimados que desde la ficción obscurecen el pensar del ser humano. Al igual que Prometeo, algunos de los que se robaron ese fuego fueron condenados y castigados a la hoguera, pero que han sido luego rescatados, y restituido el lugar de iluminadores de la zozobra medieval que había ensombrecido a la humanidad, así se da ese primer momento, el de liberarse con sacrificio de la neblina tan espesa que embrutecía y ensombrecía la razón humana.
 Como en todo proceso histórico, se encuentran los retardatarios, en este caso de la razón que se han ido dando en diferentes momentos de los ocho siglos, dichos retardatarios anhelan regresar al tiempo del Medioevo; los existencialistas, en algún momento han marcado esta tendencia, que se enmarca en la figura de Sísifo.
 Sísifo; el castigo que recibe este rey, fue el de subir una piedra durante toda la eternidad por una montaña empinada, pero al momento de llegar a cierto punto dicha piedra vuelve rodar hacia el abismo, esto lo ha de realizar en el inframundo sin jamás morir. Este castigo le fue infringido, porque al momento de morir pidió a la esposa que realizara un sacrificio a los muertos para que le permitieran regresar a Corintio, su patria, luego de que regreso no quiso volver al inframundo, hasta que fue llevado a la fuerza por Hermes; y la tortuosidad del castigo, es por salir y contar lo que pasaba en el inframundo. Posee entre la mitología la fama de ser el hombre más astuto y sabio.
 De la misma manera que Sísifo que engaña a las creencias, así son estos retardatarios que buscan fortalecerse en las corrientes que van naciendo y se identifican con ellas, pero a la hora de formular y dar el todo por el movimiento que apoyan, se dejan llevar las viejas añoranzas y buscan el regresar a un pasado, que según ellos, más glorioso y reciben como castigo el tener que cargar el peso de su pasado, el cual deben traer al presente, pero que al final los hace regresar y tener que replantearse todo; casos famosos no faltan, Kant, por ejemplo, cuanto ya fundamentaba su crítica de la razón pura cae llevado por los perjuicios religiosos, a proponer un elemento de la moralidad que desbarata su sistema y lo vende al cristianismo al final. Siendo marcado al igual que Sísifo, que al no querer morir a sus creencias anteriores, se ven arrastrados a ser condenados a cargar infinitamente la piedra de su falta de autenticidad a la hora de pensar. Poseen la astucia y la sabiduría necesaria, pero no son capaces de divorciarse de las creencias, haciéndolos con esto caer en la persecución de una piedra, que jamás les permitirá alcanzar la cima del conocimiento.
Y el último momento, se caracteriza por dos personajes míticos, que juntos enmarcan la gran diversidad de este último lapso histórico, estos son: Narciso y Edipo.
 Narciso, por su extraordinaria belleza se daba a la tarea de rechazar y desolar a todas las pretendientes, de manera tal, que es el causante que la ninfa Eco se confinará en una cueva hasta morir, por el desprecio de su amor. Su castigo fue el de enamorarse de su propio reflejo y morir al tratar de besarse, este castigo es impuesto por Némesis (diosa de la venganza).
 Edipo, su vida se ve marcado por un oráculo, el cual precisaba que mataría a su padre que era el rey, cosa que él desconocía, y mata a su padre el rey, y luego de vencer al Esfinge con sus acertijos, es nombrado rey casándose con su madre, ignorando ambos esta relación, al momento de conocer el oráculo y lo que había hecho decide sacarse los ojos.
 Estos dos personajes, identifican abiertamente el momento histórico de la condición postmoderna, ya que encierran en su vida la despreocupación de las consecuencias de sus actos, el vivir como la vida les permite y sin respetar las condiciones que las costumbres y tradiciones le plantean; ya no viven en relación de pensar y no actuar, sino que viven lo que sienten. En Narciso, es la despreocupación por la desventura de quienes se le acercan, así como de lo que sienten y piensan, es el reflejo de esta condición que busca el goce, el sentir y el disfrutar la vida y cuanto hay en ella, no son ajenos a ese castigo sufrido por éste, y llevan ese amor propio hasta el extremo de independizarse de todo lo que los rodea, fundamentando el relativismo y el todo vale, que toman al límite la libertad sexual y del apasionamiento sobre su propio cuerpo y su disfrute. Todo esto, muy de la mano de la realidad que viven
 En Edipo, el tener relaciones carnales con su madre, aunque se da por desconocimiento, está muy unido a Narciso al ser ramas del mimo árbol. En éste, se busca el poder, el placer y el tener lo del otro sin ningún miramiento, teniendo como punto nefasto el desearse a sí mismo y como punto favorable el sentir y el vivir como se siente.
 Viendo estas tres realidades, estos últimos seis siglos tienen la particularidad de ir de la mano. Con lo prometeico, se logro que la Humanidad, es decir el individuo racional valga por encima de las creencias religiosas, en lo “sisífico” que el retornar a la superada obscuridad medieval procura síntomas de pérdida de identidad, dando el resultado de una viva detrás de una piedra que se empuja; y en lo Edipico y Narcisista, que orientar la vida desde los sentimientos y el placer, es la mejor manera para educar la razón alcanzada por lo prometeico, pero que se encuentra con lo “sisífico” y se descarrila de la finalidad.
 En los primeros momentos ya las bases se asentaron, pero en el último momento es donde hace falta una orientación de pensamiento para encarrilar los placeres a la razón, y lograr que la vida sea la orientación de los placeres a la razón y vivir como se siente y piensa.
Luis Gustavo Zambrano

(Bohemio del XXI)

domingo, 25 de agosto de 2013

LA COMPRENSIÓN HUMAÍSTICA

 A la hora de formular un nuevo argumento en el campo de las humanidades, se hace necesario formularlo desde tres aspectos, los cuales han de ser sólidos para que dicho argumento sea comprendido, sustentado y que permita una nueva formulación, sin que pierda su vigencia y pueda ser al final un aporte al conocimiento, estos tres momentos son: el discutir, el refutar y el justificar.
 En primer lugar, se ha de centrar y conocer sobre cuál tema es el que se quiere formular una nueva unidad de conocimiento, ya al momento de saber claramente sobre que se va a tratar, se puede discutir. La discusión, tiene una característica bastante demarcada, y es que se debe manejar por medio, de argumentaciones que tienen elementos intelectuales y elementos vivenciales. Es decir, se ha de dejar en evidencia los puntos fuertes y las debilidades de dicha unidad de conocimiento que se está discutiendo, del mismo modo se ha de colocar en relación y en contraposición con diferentes teorías para que se sustente o se debilite ante ellas. Para que este paso se dé satisfactoriamente, se hace necesario que se domine ampliamente el tema a discutir y saber orientar la discusión, siendo esto lo que permite que se dé paso a siguiente momento.
 Si el paso anterior es cubierto de manera óptima, se produce de manera natural el refutar, este momento consiste en un enfrentamiento directo con las teorías u opiniones que se aferran a defender o condenar una teoría determinada. Ya no se busca que la argumentación vaya de una manera mediana, sino que se ha de apoyar en demostrar lo contrario a lo que defiende el otro interlocutor. Esta defensa o refutación, no se da por capricho, sino basada en las debilidades y fortalezas que quedan al descubierto en la discusión inicial. Si se mantiene en la misma línea que el interlocutor, no puede dar este momento de refutación, ya que es necesario presentar una nueva visión, eso sí sustentada que se mantenga en pie al momento en que refuta, pero abierta al enriquecimiento, sin jamás olvidar que se ha de fundamentar desde la parte ideológica y de la vivencial, porque sin esto sería solo una teoría vacía, carente de realización práctica. Se ha de cuidar en caer en dogmatismos o verdades que no se permiten refutar, si esto se da se deja hasta ese momento la refutación, ya que nada nuevo se podrá aportar al contrario.
 Al momento de refutar, y de que se haya producido una nueva idea o teoría sobre algún acontecimiento o conocimiento, es ineludible el justificar; en los pasos anteriores, ya se han fundamentado las bases teóricas, se han descubierto las carencias y las fortalezas del sistema que se está proponiendo, y es aquí donde se ha de dejar asentadas las bases irrenunciables de dicho planteamiento. En la justificación, es donde se deja patente la sustentación ideológica y argumentativa del aporte realizado al conocimiento, si al momento de justificar se incurren en errores y no se purifica el sistema, este cae por su propio peso, mientras que si se sustenta sobre puntos asertivos y algunas veces, renunciando a subjetivismos que contaminan dicho sistema, se llega a proponer una unidad de conocimiento, no tanto que se mantiene sino que por su justificación se mantiene a la hora de ser discutida y refutada por otros sistemas. La clave para que la justificación de un sistema sea sustentable e irrefutable, es que se forme tanto ideológicamente para que se discuta sin ambigüedades y vivencialmente, para que deje una huella en la práctica del diario vivir.
 En fin, una comprensión y formulación humanística ha de ser fuerte para que se discuta, sustentada para que se refute y justificada para que permita tomar aspectos que sirvan a un nuevo sistema, si es justificada bajo buenos pilares intelectuales y vivenciales, se mantendrá junto al nuevo sistema de conocimiento, evitando ser dejada en el pasado. Dicha actualidad, se logra colocándola en el campo de la vida y que el individuo pueda vivir lo que se formula ideológicamente. Esta manera de argumentar sobre lo vivencial, solo se logra en el campo de las humanidades y el cientificismo, siendo ajena a los campos que se sustentan en verdades absolutas, religiones o pensadores que creen que lo único que vale es lo que piensan ellos.
Luis Gustavo Zambrano

(Bohemio del XXI)

domingo, 18 de agosto de 2013

EL COMADRÓN: SÓCRATES (470 a. C.-399 a. C)

 En el momento que me corresponde vivir, se da el auge de los sofistas (personas que se consideraban a sí mismas como poseedoras del conocimiento), que tenían la idea de una verdad algo subjetiva-relativizada, la cual a mi juicio es poco rigurosa. Mi visión filosófica, me separó de la visión cosmológica que ha venido hasta mis días y me dedique a la formulación de una filosofía desde la virtud, cabe destacar que para mí la virtud es la posesión del conocimiento; mientras que el vicio es la ignorancia. Y valga la salvedad que la sabiduría no consiste, para mí, en acumulación de conocimientos, sino en revisar los conocimientos que se tienen y de ahí construir formulaciones más sólidas.
 Para alcanzar este conocimiento sólido o universal, contrario a los farsantes de mi época, formulo la Mayéutica, que consiste en hacer preguntas cargadas de ironía y con una constitución bien estructurada, que permite al interrogado parir su propio conocimiento desde los conocimientos previos que posee, por eso se me denomina “comadrón”, oficio que desempeñaba mi madre, ella ayudaba a que naciera la vida y yo a que naciese el conocimiento sólido.
 Este método se encuentra constituido de dos pasos, que son algo ignorados, el primero es la ironía, la cual consiste en hacer saber y ver al interlocutor que es un ignorante, ya que este es el primer paso para poder alcanzar el conocimiento, desde esta visión nace mi frase célebre, que es conocida a medias y que a veces buscan usarla para justificar la pereza del pensar, siendo la que reza “sólo sé que no sé nada, esto me distingue de los demás sabios que pretenden saberlo todo”, ya leída completa tiene un sentido más agradable que el de justificar su pereza mental, y muestra que es un punto de distinción con los pedantes sofistas.
 El segundo momento o paso, es la Mayéutica propiamente dicha, la cual consiste en la búsqueda de la verdad universal, por medio de la inducción. A este último punto, difícilmente se llega, siendo de donde mis detractores atacan mi formulación, ya que luego que queda demostrada su ignorancia no son capaces de mostrar la verdad universal que poseen. Este es el aporte que dejo a la filosofía, una nueva manera de ver y consistir a mi sobrina la filosofía.
 Ya al final de mi vida, fui condenado a muerte por los denominados re estructuradores de la democracia ateniense, aunque durante mi juicio deje clara mi inocencia ante los cargos que se me imputaban que eran los siguientes: que no reconocía los dioses griegos y por tanto desconocía al Estado griego; y de corromper a la juventud, fui condenado a beber la cicuta. Al ser condenado, se me dejo la posibilidad de desterrarme o de huir por medio de unos amigos que me ayudarían, pero preferí morir así fuese injustamente, porque las leyes del Estado se han de respetar y para mí hubiese sido peor haber huido de mi amada Atenas, que ya había defendido en diferentes batallas, como guerrero en las guerras de Samos (440 a. C.) y la de Delios (424 a. C), entre otras.
 En conclusión, estos son los rasgos más importantes de mi aporte a la Filosofía, además el gran Platón fue mi discípulo y se me reconoce como gran orador y debía serlo para poder llevar a cabo mi método de la Mayéutica.

Luis Gustavo Zambrano

(Bohemio del XXI)

domingo, 11 de agosto de 2013

¿CÓMO ES VISTA LA FILOSOFÍA?: Los tres elementos inseparables

 La filosofía, por ser tan peculiar y estar formada de elementos tan diversos entre sí, se presta para encapsularla en algún aspecto formal del conocimiento. Es la madre de la todas las ciencias, por ende se considera como ciencia; se forma dentro de la historia siendo considerada como un recuento histórico de letra muerta; y como forma o estilo de vida, viéndose como una existencia filosófica de vida. A continuación se desarrollan.

 Al momento de ser vista o clasificada como una ciencia, se comprueba que es una ciencia especulativa o teórica, porque aunque busca las últimas consecuencias de la realidad, tanto material como inmaterial, no se lleva a ser probada dentro de un laboratorio, pero al momento de buscar las últimas causas de la realidad alcanza el sentido pleno de las ciencias. Además, comparte con las ciencias prácticas que tiene un objeto material y otro formal; siendo el objeto material, toda realidad, como ya se ha mencionado material e inmaterial; y cuenta con el objeto formal, que son las causas últimas o esencia de todas las cosas.

 También, es vista la filosofía como historia; un proceso del pensamiento que se va originando dentro de espacios de tiempos bien definidos y delimitados, donde vive cada uno de los filósofos que han producido pensamiento. Ahora bien, se tiende a entender este aspecto desde un estudio de periodos históricos, escuelas de pensamientos delimitadas dentro de unos años delimitados, formados para encapsular el pensamiento. Esta es una visión bastante errónea, ya que es la que se enseña dentro de las carreras de filosofía. Se centra en buscar que se aprendan fechas, momentos de algún movimiento o movimientos y que solo producen en los estudiantes tediosidad a la hora de cursar dichas asignaturas y peor aún, es que el programa de filosofía así lo contempla. Con esto, no es visa la filosofía como historia, sino una historia de la filosofía, no que ilumina el pensamiento histórico que se vive y que se actualiza, sino que se queda en repetir fechas, obras, ideas e ideales que dijeron los filósofos en determinado tiempo y se trata de que se piense desde ese periodo y no se permite que exista una actualización al momento histórico que se vive. Viéndose, la filosofía como letra muerta y se pretende estudiar cómo se estudia por ejemplo, la historia universal, siendo el estudiante un mero espectador, sin saber el pedante pedagógico de filosofía (profesor) que el pensamiento se puede contrastar, repensarlo y fortalecerlo.

 La tercera visión, es la más temeraria por ser la filosofía como vida; como una forma de vida, desde la cual se remite a contestar las grandes cuestiones o preguntas que encierra la filosofía, pero también la vida individual y general, siendo una pregunta característica es qué es la vida. Al ver la filosofía como vida, es cuando se entiende por qué hay grandes pensadores que siguen en la actualidad produciendo ruido y no solo eso, sino que son actualizados y repensados sin que estos pierdan su valor original. Al entender esta visión de la filosofía como vida, es cuando se comprende que la filosofía igual que el pensamiento es eterna, no tiene fin ni es absoluta, ya que desde cada nuevo discurso filosófico existe un nuevo aporte de vida, ¡sí de vida!, porque el autor se deja un poco de sí mismo en su formulación, en su especulación, y se despoja de un poco de su vida, la cual aporta a la vitalidad de la filosofía.
 Este discurso filosófico como vida, no solo se da por el aporte del filósofo, sino de cualquier individuo que haga un aporte a la sabiduría o al conocimiento, siempre y cuando lo dé como algo abierto a la discusión y que se encuentre alejado del dogma.

 En conclusión, estas tres maneras diversas de ver la filosofía, permiten que el individuo pensante formule su pensamiento de una manera formal, al ser una ciencia; dentro de un contexto histórico determinado pero repensando las especulaciones anteriores siendo esto como historia; y una manera de servir a la vida con el pensamiento, filosofía, ya que si se dan bien orientado los otros dos aspectos, se formula un aporte especulativo basado en la realidad y sustentado en bases de pensamiento que se comprueba racionalmente. El Vitalismo, es pues, la filosofía del presente y más del postmodernismo; un ejemplo claro de esta verdad, es que el Siglo XXI está fundado en pensamientos de hombres del Siglo XIX: Marx con la concepción socio-político-económica-capitalismo contra comunismo-; Freud con la concepción psicológica-sexual; y Nietzsche con la formulación ético-moral-religiosa-social-muerte de Dios, laicismo, el relativismo-; en fin, hombres de pensamiento vital que son repensados y dan respuestas desde su tiempo a los tiempos que corren, con ese ejemplo se encierra los tres aspectos mencionados en esta especulación.

Luis Gustavo Zambrano

(Bohemio del XXI)

domingo, 4 de agosto de 2013

EL PADRE DE LA FILOSOFÍA: TALES DE MILETO (625 a.C-546 a. C)

Se viven tiempos especiales en la etapa del pensamiento griego, ya las cosas están perdiendo su velo mitológico, ya no es tan convincente que determinado dios o grupo de dioses sean el origen de la realidad en que vivimos. Se sienten aires de cambios, no sociales o políticos, porque ¡qué grandiosa y fructífera ha sido la vivencia de un sistema social organizado en el ágora!; es un cambio de pensamiento a la hora de observar la realidad: ya el dios del fuego, el del inframundo, el de la vida o hasta el mismo padre de los olímpicos, no satisfacen mis preguntas y cuestionamientos sobre cuál es el origen de las cosas.
Soy considerado el padre de la filosofía de occidente y de las matemáticas, en estas últimas soy poco conocido, pero idee la formulación de que “los ángulos en la base de un triángulo isósceles son iguales”, así como otros aportes.
El aporte, por el que soy reconocido y renombrado en la historia de la humanidad, es por la aportación en el campo del pensamiento donde dejé de lado al mito y sus explicaciones fantasiosas, para buscar dichas explicaciones desde la razón, no me interesaba lo concreto, sino el origen universal; esto se ha denominado luego de mi existencia como “el paso del mito al logos”, lo que es lo mismo de la fantasía a la razón.
Para mí el principio de todas las cosas y de la vida, es el agua, de donde todo procede y todo vuelve otra vez. Este principio, logro reconocerlo luego de cuestionarme del por qué de las cosas, de cuál es el origen de la realidad. Y ayudándome de mi experiencia, de la observación e impulsado por la razón, llego entender que el agua es el principio originario de todo, y luego de entenderlo, veo que es tan sencillo que al observar la realidad se ve que todo es húmedo, las semillas, los ríos, las plantas, los frutos, entre otras muchas cosas, son producto del agua, es más el aire y las nubes son por el calor evaporadas convirtiéndose el agua en gaseosa; al condesarse se convierte en sólida; y liquida porque la tierra flota sobre ella, en fin ¿qué cosa o realidad está fuera de la transformación del agua?, a lo que respondo: ¡nada! y por ende, el agua es el principio racional de todo cuanto existe.
Más adelante, el agua no ha sido el principio o arjé de las cosas, sino diferentes elementos, pero el método filosófico-científico se ha mantenido en mis continuadores. Yo, a la filosofía le doy un valor histórico, desde momento de realizar la ruptura entre el mito y la racionalidad, entre la fantasía y la realidad, y a su vez anecdótico, por ser el primero que lo hizo, ya todos comentan sobre mí, al haber iniciado esta manera de pensar y de ver la vida.
Me considero y me consideran, el iniciador de un legado: el legado de la búsqueda y del amor a la sabiduría, al conocimiento y al cuestionamiento de todo lo que nos rodea.
Soy el padre de la filosofía, un revolucionario del pensamiento antiguo, el iniciador de una manera de pensar, pero aun mejor, quien abrió el camino para que la humanidad piense y tenga una indagación racional ante la imposición de fantasías religiosas. En el mito me eduqué, pero apartándome del mito me consolide mucho más allá de los dioses olímpicos, en la historia de la búsqueda inacabable de la verdad.

Luis Gustavo Zambrano

(Bohemio del XXI)